Cuenco torneado en madera de ayús (tutorial)

El cuenco que veis en la fotografía lo hemos torneado en madera de ayús. A continuación, podéis seguir los pasos que hemos dado para realizarlo.

Comenzamos con un trozo de madera, más o menos cuadrado, y de un cierto grosor. Buscamos el centro trazando sus diagonales y atornillamos ahí el soporte para el torno, como habréis visto en anteriores tutoriales. Luego dibujamos una circunferencia con un compás como referencia para el diámetro del cuenco.

Cortamos las esquinas para facilitarnos el trabajo con el torno.

Sujetamos la pieza en el torno.

Comenzamos a desbastar hasta llegar a la circunferencia trazada previamente.

Vamos dando forma a la parte trasera del cuenco. Hemos procurado dejar una parte saliente en el centro, por donde sujetaremos la pieza al torno cuando le demos la vuelta.

Lijamos toda la superficie ya trabajada.

Hemos tenido una incidencia: hemos descubierto una pequeña galería en la madera, realizada por algún insecto. Soltamos la pieza del torno y rociamos los agujeros con acelerante para cianocrilato, para que éste seque antes.

Rellenamos los agujeros en la madera con adhesivo de cianocrilato. Al solidificarse, hace que la superficie de trabajo sea homogénea y nuestra herramienta no tropiece a cada pasada con el agujero.

Sujetamos la pieza al torno, usando la mordaza sobre la parte saliente realizada antes.

Repasamos con la herramienta toda la cara posterior hasta que la forma sea de nuestro agrado.

Procedemos a lijar toda la zona ya trabajada.

Comenzamos a rebajar todo el interior del cuenco.

Con un raspador de punta circular y acodada, trabajamos sobre la cara interna y curvada de las paredes del cuenco.

Trabajamos con cuidado y precisión sobre la parte central para dar un mejor acabado.

Lijamos toda la superficie interior ya terminada.

Usamos una herramienta especial para lijar en el interior de las zonas curvas.

Pulimos ahora toda la pieza usando un estropajo.

Volvemos a realizar el mismo procedimiento para rellenar los agujeros ocasionados en la madera por el insecto.

Colocamos la pieza en el torno de nuevo y procedemos a lijar y pulir definitivamente. Con un trapo impregnado en aceite, aplicamos un tratamiento protector y embellecedor a la madera.

Incidimos sobre la parte posterior, rebajando recto hasta cortar la pieza.

Retocamos la zona de separación para rematar posibles astillas y dejarla lisa.

Lijamos, pulimos y aceitamos esa zona final y ya tenemos terminado nuestro bonito cuenco.