19 de febrero de 2012

A Joan Andreu

El último pirograbado de nuestro incansable Joaquim Cañisá. Aunque, a buen seguro que ya se ha puesto con una nueva obra.

4 de febrero de 2012

Baldufa torneada en madera de boj (tutorial)

Nunca damos por finalizada una baldufa hasta que no realizamos su «botadura». Es decir, la hacemos girar, del derecho y del revés, para demostrar su verdadera función; porque puede ser una pieza muy bella pero, si no gira, no es una baldufa.

Ésta parece que nos ha salido bien. A continuación os mostramos, paso a paso, todo el proceso de su elaboración.

Fijamos, a la mordaza de nuestro torno, una pieza cilíndrica de madera de boj que tenemos previamente desbastada.

Desbastamos un poco más la pieza para librarla de los ligeros cabeceos que pudieran suceder al sujetarla inicialmente al torno.

Comenzamos a darle forma a la punta con la que habrá de girar nuestra baldufa sobre la superficie donde la lancemos.

Continuamos rebajando, en varias pasadas y poco a poco, hasta dar un diseño bonito a esa punta.

Una vez conseguida la parte delantera donde está la punta, trabajamos un poco sobre la parte posterior.

Realizamos un triple proceso de lijado, pulido con estropajo y aplicación de aceite protector con un trapo previamente impregnado.

Acabamos la parte posterior hasta conseguir una forma parecida a un platillo volante.

Aplicamos el triple proceso de lijado, pulido y aceitado sobre esta zona. Esta parte debe ser la más grande de la baldufa para que el centro de gravedad quede más bajo y gire mejor cuando la lancemos.

Realizamos un adorno en la zona media y procedemos a rebajar con decisión la última parte, que será la zona de agarre de nuestra baldufa y su parte más estrecha y ligera.

Nuevo proceso de lijado, pulido y aceitado de esa zona central ya terminada.

Acometemos el rebaje de la zona más delgada.

Con mucha precaución, envolvemos la baldufa con la mano, con suavidad, mientras por el lado opuesto actuamos con la herramienta.

Mientras trabajamos sobre esta zona tan delicada, hemos de impedir que se nos quiebre la madera por excesiva presión. Hay que proceder despacio y con paciencia.

Otro proceso de lijado, pulido y aceitado, con mucha delicadeza, sobre esta zona tan delgada.

Poquito a poco, vamos incidiendo para cortar la pieza mientras la envolvemos y contenemos con la otra mano.

Una vez separada nuestra baldufa, procedemos a rematar esa última zona para que no quede astillada.

Y ya sólo queda realizar la «botadura». Como podéis apreciar a la izquierda, gracias a que el diseño mantiene el centro de gravedad bajo, la baldufa gira con facilidad durante bastante tiempo. Aunque, con mucha práctica, podemos retar a las leyes de la física y hacerla girar invertida durante algún tiempo. Sólo hay que saber lanzarla.